¿Recuerda
el lector la vieja caricatura de “Peanuts”? Un niño perennemente derrotado --- de nombre Linus --- se
abrazaba y chupaba una pequeña frisa, que le insuflaba seguridad para
enfrentarse a los cotidianos fracasos de su patética existencia.
¡Me
recuerda tanto a Luis Fortuño! Su
frisa --- bobo o mamadera---, es la mentira, la pequeña, la mediana y la
grande, lo que importa es dar la apariencia de salir del paso. A continuación ofrezco un ejemplo ---
de las docenas que podría ofrecerle --- de cada una de las tres categorías de
mentiras.
La
pequeña, de su abundoso catálogo, tiene que ver con su supuesto éxito lidiando
con el déficit presupuestario y financiero del País. Alegó un déficit de tres mil millones, dice que lo ha
reducido a la mitad, y se ha negado a certificarlo así a la Asamblea
Legislativa del País. Y a base de
su record de mendacidad patológica, nadie se lo cree. Encubre, claro está, los siete mil millones que el Plan
Obama ha transferido al gobierno y a la economía de Puerto Rico. A la hora que escribo los economistas
de la Nueva Economía han certificado un aumento de la deuda pública total del País
de cerca de 16 mil millones, convertido el Banco Gubernamental en alcancía de
Fortuño y de los municipios PNP.
Esa es una apuesta a la quiebra del País, mientras cotidianamente le
miente al País sobre sus “fantásticos logros”--- fantásticos porque son hijos
de su fantasía. Dejemos eso ahí,
por ahora.
Vamos a
la mentira de segunda categoría.
Sus alcahuetes publicitarios en el PNP --- Marcos Rodríguez Pujada, Ángel
Cintrón, Kenneth McClintock, y la Fiscal Federal Rosa Emilia Rodríguez han
acudido a la caverna histórica de los años 1941 – 2008, a ver en sus tinieblas
el gran “plan” --- que no pueden mostrar, porque es secreto --- de Alejandro García
Padilla y el PPD para “separar” a Puerto Rico de los Estados Unidos, a pesar de
que todos estos líderes vocean a diario la “Unión Permanente” como esencia del
ELA. Pero la verdad les estorba;
es mejor la mentira. Les parece más
útil para este mes y pico.
Esa
faena de “la independencia a lo sucu- sumuco” les parece más productiva de la confusión
que necesitan en el electorado.
Esa tradición de mentira la inauguró Luis A. Ferré en la campaña de 1972,
cuando alegó un respaldo y ayuda económica de Fidel Castro a R.H.C. Y la ha continuado todo el seudo-liderato
del PNP cada cuatro años desde entonces.
Realmente se trata de una perra ya sin dientes para morder. Pero a eso se reduce la creatividad de Fortuño,
Marcos Rodríguez y Ángel Cintrón, frente a la derrota segura que contemplan.
Ese
mismo método de la difamación que dirige y autoriza Fortuño fue el que utilizó
el Senador Joseph McCarthy en Estados Unidos contra Roosevelt, Truman y los
Kennedy, cada cuatro años, de 1944 en adelante, sin que el pueblo americano le
hiciera caso. Terminó como van a
terminar Marcos Rodríguez, Ángel Cintrón y Luis Fortuño, en el exilio y la
desgracia política, en el cementerio de los embusteros.
La tercera
dimensión de los embustes de Fortuño es la más grave, y la más sencilla. Se trata de un abogado de corporaciones
que le solicita al pueblo el poder para representarlos, y que al lograrlo, vira
en redondo y abraza la teoría, y la lleva a la práctica, de que hay que
destruir al gobierno, desbaratarlo, para que las corporaciones privadas, sus
clientes y amigotes, dirijan al País con los dineros del pueblo que él les
reparte. El gobierno del pueblo,
Estado Libre Asociado desde 1952 --- 56 años de crecimiento y creatividad
institucional al servicio del pueblo --- como instrumento ahora del lucro
privado, de la familia Fortuño y sus amigotes.
¡He ahí la sublimación de la mentira y la traición!
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