jueves, 13 de septiembre de 2012

Transparencia y Cuartos Oscuros


¿Cuartos oscuros?  ¿De la boca de Fortuño para atacar la Asamblea Constitucional de Status que todos los partidos menos el suyo apoyan?  Miren quien habla, porque como dice el sabio refranero del pueblo, de la abundancia del corazón habla la boca.  Hablar Luis Fortuño para atacar ese mecanismo democrático, altamente representativo, para acabar con los chanchullos partidistas sobre el status, y llamarle “cuarto oscuro”, transmite la ignorancia y la mendacidad de Fortuño sobre un asunto en que le va la vida democrática al País.  ¿Por qué digo ignorancia?  No sabe Luis Fortuño --- o sabe y escamotea, niega la historia norteamericana --- que la decisión de abrazar un gobierno constitucional democrático en Estados Unidos se cuajó en una Convención Constituyente, en Filadelfia, en 1787?  ¿Y que luego muchos territorios al hacerse estados adoptaron ese mecanismo?  “A little knowledge” dijo
Alexander Pope, el gran ensayista inglés, “is a dangerous thing”.  Al abogadito de corporaciones, experto en tecnicismos de papeles, le queda grande la gobernación y la historia constitucional.

Llamarle "cuarto oscuro" a un proceso constitucional representativo de todos los sectores sociales, como ocurrió en Puerto Rico de 1950 a 1952, y que produjo una Constitución que Fortuño dice que quiere conservar, es sencillamente ajorar la ignorancia o la mala leche como dicen los españoles.

Un gobernador que ha gobernado en la oscuridad, con sus amigotes, que no explica nada de nada, porque no puede justificar la corrupción masiva que dirige, llama “cuarto oscuro” a la Asamblea Constitucional de Status, que le daría a todo el pueblo, de todos los sectores, el derecho político a participar en forma transparente, como en una urna de cristal, en la decisión matriz sobre el destino de la Patria.  ¡Y que venga un miserable chanchullero a llamarle a esa democracia libre y de frente “cuarto oscuro”, proyecta lo que lleva por dentro, mezquindad y mentira.

Bueno, al fin y al cabo cada uno se proyecta como lo que es.  Decía George Moore, el filosofo empiricista inglés del pasado siglo:  “Cada cosa es lo que es, y no otra cosa”.  Fortuño es lo que es, un farsante de “cuartos oscuros” precisamente, y no otra cosa.  Que conteste cómo y a qué precio cocinó el contrato ilegal e inmoral y escandaloso de Héctor Pesquera.  ¡Apesta a los cielos!  ¡Apesta a Luis Fortuño!  ¿Había ventilación en ese “cuarto” donde se cocinó ese contrato, esa burla al País?

¿Cuarto oscuros?  La Fortaleza de Fortuño es lo que llamaba Tomas Hobbes el Reino de las Tinieblas. 

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