Una
cosa es correr para gobernador con el beneficio de un contrincante
desacreditado y corrupto en una primaria, o contra un gobernador asediado por
la fiscalía federal --- apalabrada con Carlos Romero para difamar a Acevedo Vilá
con cargos fabricados por el odio de ese mismo Carlos Romero y Rosa Emilia Rodríguez
--- cargos que un jurado de sus pares mandó a buen sitio, con todo y fiscales,
y otra cosa es enfrentarse en una campaña a un joven decente y honesto, contra
quien los embustes de Fortuño no pegan.
Fortuño
ganó la primaria contra Rossellló y la elección después porque el pueblo no conocía
su capacidad para la traición a sus promesas y las mentiras desfachatadas, que
no le mueven ni un nervio de la cara.
El
pueblo PNP, y mucho del PPD creían que se podía experimentar con Fortuño favoreciéndolo
en la primaria PNP, --- y que luego se quedó con él huyéndole al patrón de
corrupción de Rosselló ---, ahora no tiene esas razones para jugar a la ruleta
rusa con la gobernación. Porque no
se trata meramente de incumplir sus promesas --- no botar a ningún empleado público,
bajar el agua y la luz, mejorar la salud y la educación, respetar la
Universidad y el Tribunal Supremo, sino que una vez alcanzado el poder ha
transferido los recursos para el servicio del pueblo --- y para eso es el tesoro
que el pueblo paga en contribuciones --- hacia su camarilla personal de
amigotes y corporaciones que no asumen responsabilidad alguna con el pueblo
porque su motivación es lucrarse con los dineros del pueblo.
Patentizadas
esas dos traiciones, ahora no
asusta con Rosselló corrupto como excusa --- hasta el punto de llamarle
“un cáncer” en el cuerpo del PNP---, sino que tiene que correr en defensa de su
propia corrupción y mendacidad.
Ahora
el propio Romero, desde el 2004, le ha dicho “embustero” e “hipócrita. Él debe saber, por la misma razón que
Jorge Santini le dijo “mamao” en el 2008, aunque ahora --- batiendo el record
del político fresco, marcha con Fortuño en busca de ayuda porque se siente
naufragar en San Juan frente a una mujer de carácter e inteligencia, y de
motivaciones pulcras al servicio de todos
los sanjuaneros.
Ahora
Fortuño anda solo. En el último
debate se vio más solo y temblusco que nunca. La “moira” política se aproxima, para que se dedique a hacer
más dinero, que es la pasión de su vida.
Erase una vez en que no había cupones, los salarios eran bajos, la energía era barata y Puerto Rico tenía acceso preferencial al mercado de los Estados Unidos. En ese mundo la economía fiscal era un gran atractivo porque Puerto Rico podía recaudar contribuciones al nivel de los Estados Unidos y
ResponderEliminarusarlas para crear una infraestructura inexistente que le permitiría crecer económicamente. De ahí las tasas de crecimiento económico del 7 por ciento anual en los años 50 y 60.
Pero ahora, NAFTA eliminó el mercado preferencial, la emigración subió los salarios, la energía no es barata, el Internet ha eliminado la distancia, los mercados de capital son globales y la autonomía fiscal se ha convertido en un mecanismo para la evasión masiva de contribuciones tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos. Para Puerto Rico poder competir tiene que aumentar la productividad a través de inversiones de infraestructura y en educación. Para eso necesita eliminar la autonomía fiscal para poder
eliminar la evasión masiva que está desangrando a Puerto Rico.
La autonomía fiscal es la única diferencia substancial que existe entre los populares y los verdaderos estadistas. Lo demás es window dressing. Y la autonomía fiscal es lo que divide a la población en un 20 y en un 80 por ciento. Es decir, los que van a pagar impuestos en el territorio incorporado y en la estadidad y los que no van a pagar hasta que sus ingresos pasen de $50,000.
Si a esto le añadimos que los $1,000 millones que las 100 familias pagarían de contribuciones federales bajo el territorio incorporado regresarían a los trabajadores de Puerto Rico vía el Federal Earned Income Tax Credit podemos entender por qué las mismas 100 familias que controlan el PNP se oponen a la estadidad y por qué no importa una victoria de la estadidad en el plebiscito. Fortuño ni el PNP van a hacer nada por adelantarla. Incorporar a Puerto Rico representa un transferencia de ingresos de las 100 familias, no hacia los pobres, sino a hacia los trabajadores. De modo que lo que ha hecho Fortuño es una trampa para llevar a Puerto Rico a la independencia y a una situación donde las 100 familias jamás tendrían que pagar impuestos federales. Estadista: vete a la segura: Vota que sí al territorio y que sí a la estadidad.