domingo, 30 de septiembre de 2012

El Voto Útil y los Resentimientos Inútiles


De 1972 en adelante se ha registrado en la conducta electoral puertorriqueña un patrón consistente del electorado --- frente a la urna electoral --- de optar realísticamente por aquellos líderes y partidos que representan la oportunidad de derrotar al absoluto mal mayor.  Me refiero a miembros de pequeños partidos que, agotados sus esfuerzos para convertirse en alternativas como opción de triunfo, han concluido --- inteligente y patrióticamente --- que su voto puede ser útil para evitar el mal mayor, que es el abuso del poder por un partido insolente, delincuente, que aborrece la cultura y la identidad puertorriqueña.  En ese momento de confrontación ética con el mal manifiesto, muchos electores que no militan en un partido que sí tiene la fuerza para evitar el mal mayor --- que es la victoria sobre mal manifiesto --- optan responsablemente por unir su voluntad y su voto a quien pueda evitar el mal absoluto.

De 1972 a esta parte a esos electores se le ha llamado “melones” porque decía Rubén Berríos que eran verdes por fuera y colorados --- rojos --- por dentro, esto es, populares.  El resultado sistemático de ese proceso es que el País ha evitado que los pachuchos estadistas, la mafia corrupta del PNP desde 1972, lograra perpetuarse en el poder.  Sacrificar un voto partidista para expresar un voto de conciencia en defensa del País constituye una digna expresión de patriotismo inteligente.

Ese es el voto útil, el que si no puede lograr el bien ideal, porque no tiene eco de pueblo, puede al menos evitar el mal peor para el País que se dice amar.

El voto útil no es el que fundado en resentimientos ideológicos permitiría que el País sufra la destrucción completa a manos de una mafia de depredadores del haber del pueblo, sino el que está dispuesto a sacrificar esos resentimientos en aras del País.  En otras palabras, el voto útil es aquel que está dispuesto a hacer una diferencia, no el que con su irrelevancia numérica contempla como bueno que los rufianes que se roban el País prevalezcan, para satisfacer un prurito de idealismo ingrávido que es totalmente irrelevante a la realidad electoral, que trata de números, de votos, de mayorías como instrumentos del pueblo.

Entristece el hecho de que buenas personas, buenos puertorriqueños, en vez de adoptar la estrategia del MINH, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, que es una estrategia responsable de educación cívica, hayan optado por fundar partidos microscópicos para restarle al País la posibilidad de derrotar la mafia de Fortuño.

Algunos de estos nuevos fundadores de partiditos “mini”, tienen un historial de rompe-partidos, desde el PIP, pasando por el MPI, luego por el Partido Socialista, hasta recalar en el MUS.  Arrastran, algunos, el peso muerto del Marxismo-Leninismo y el Castrismo, y son sus deudos insepultos.  Después de medio siglo de funda-partidos y rompe-partidos, recalan en uno de varios mini-partidos cuya única misión es --- realísticamente hablando --- reelegir a Luis Fortuño.

¡Que Dios los bendiga, porque con el pueblo de inteligencia y memoria no podrán contar!

viernes, 28 de septiembre de 2012

Motivaciones Políticas: Entre la Ambición y el Servicio


Decía James Madison en los escritos de “El Federatlista” que junto a Alexander Hamilton y John Jay escribió para que los electores de New York ratificaran la Constitución, que lo que aseguraría el buen funcionamiento del sistema federal era la lucha cotidiana entre la ambición personal y las prerrogativas y exigencias de los cargos públicos en los tres poderes del Estado.

Lo anterior suponía, claro está, diversidad de facciones, de intereses, de valores.  En ese contexto, cada decisión mayoritaria en el sistema era producto de la ambición personal, por un lado, y los poderes inherentes a cada rama del gobierno, encontrados en un debate perenne. 

Destaco hoy el concepto de la ambición, porque si esta se define meramente como avaricia de poder para fines personales o partidistas, resulta abominable moralmente, ya que el producto que valida todas las luchas políticas es el Bien Común, y no otra cosa bastarda como el poder personal, económico, político o social.  Si la ambición se queda en el protagonismo fanfarrón, no tendría lugar legítimo en el Estado.  Pero como la concebía Madison, como energía moral empleada al servicio de la comunidad política, esa motivación es condición indispensable del servicio público, ya que su valor contrario sería la inercia, la pasividad y la muerte del sistema democrático republicano de gobierno, fuente segura de la tiranía.

El problema no es que exista la ambición personal, sino que se reduzca a la prepotencia y el narcisismo del poder.  Porque cuando la ambición se pone al servicio del pueblo produce ingentes beneficios colectivos, como los que la propia generación de Madison produjo para los nacientes Estados Unidos de América y la generación del 1940 en adelante le produjo al pueblo de Puerto Rico.

Esas dos generaciones --- de allá y de acá ---demostraron que es posible la ambición como compromiso de servicio público y no como inflación de egos moralmente vacíos, como los que sufrimos hoy en la casi totalidad de nuestra vida pública.

Ambición sí, porque es motor de la acción y creatividad para el servicio.  Pero no puede ser sensualismo de poder vacío de propósitos morales colectivos.

¿Por qué van a la vida pública los que en su mayoría hoy la ocupan?  El Pueblo sabe.  Van movidos por una ambición enfermiza, a servirse.  Empezando por la llamada “primera familia” --- el primer mal ejemplo de ambición sin motivación de servicio.

La desfachatez con que el PNP, desde Fortaleza hasta la alcaldía de Guaynabo, despliega su codicia a todo lo largo y todo lo ancho del País, avergüenza a todos menos a ellos.  Se trata de unos ameicanuchos que  nunca leyeron a Madison y si lo leyeran, no lo entenderían.  Pero no hay mal que dure cien años… y la esperanza sostiene la vida.

jueves, 27 de septiembre de 2012

La Segunda “Reforma” de la Iglesia Católica


La primera reforma de la Iglesia Católica ocurrió a partir del 31 de octubre de 1515, tras un viaje de Martín Lutero al Vaticano, y su consiguiente convicción de que la corrupción de la Iglesia Romana --- la de los Borgia y otras familias siniestras y criminales que monopolizaban el Papado --- no tenía más remedio que la depuración reformista, de arriba abajo.

Desde ese siglo 16 la Iglesia Católica ha vivido el drama continuo de la conservación y del cambio y ajuste a los valores de la modernidad. 

Este no es el lugar de ajustar cuentas doctrinales sobre la fe y las creencias de cada cual.  Soy agnóstico sobre el tema y escéptico sobre todos los reclamos doctrinales absolutos.  Pero existe una proyección social y cultural de la Iglesia que sí cuenta a la hora de estimar su aporte a la vida cultural de un pueblo.  Y en ese sentido la Iglesia Católica se ha enfrentado a la cuestión social --- la tiranía, las dictaduras, los valores humanos, la democracia, especialmente en America Latina, con valor y relevancia y tiene su lista de mártires en esa actualización de su doctrina social. Su identificación y defensa de los valores culturales nacionales ha marcado para ella misma una valiosísima vindicación frente a sus épocas oscuras de franquismo español y alianzas con militares criminales en America Latina y el Caribe.

En Puerto Rico, en 1960, esa iglesia cometió un error garrafal al usar el púlpito para faenas políticas partidistas, mediante la locura de dos obispos éticamente desquiciados, que al enterarse el Papa Juan XXIII trasladó fulminantemente.  De ahí en adelante la Iglesia Católica se ha dedicado a su función religiosa, y cuando actúa en público es para afirmar derechos y principios de justicia social, de participación ciudadana, y de conservación de la integridad cultural del País.

Claro, esto último no gusta a los desnaturalizados, a los pachuchos culturales, a los pitiyanquis sin condiciones, tales como Carlos y Melinda Romero y Albita Rivera, quienes en la segunda “reforma” de la Iglesia asumen el papel de Torquemada, que pretenden decidir quién es y quién no es católico.  En su ignorancia histórica ignoran la larga tradición desde el Obispo Arizmendi hasta Roberto González Nieves, de afirmar la conciencia nacional y cultural de Puerto Rico.

El nuevo “papa” Carlos y las “papisas” Melinda y Albita nos regalan ahora un nuevo catecismo católico-PNP, que consiste en sobornar a los pastores fundamentalistas con sueldos y dineros públicos, mientras demonizan al arzobispo católico por ejercer su responsabilidad pastoral y cívica.

¡Qué atrevida es la burda ignorancia! 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La Razón Democrática: Obama y García Padilla vs. Romney y Fortuño


Acuño hoy el concepto de “razón democrática” para explicar el hecho de que en Estados Unidos Obama marcha triunfante cara a noviembre, a la vez que García Padilla disfruta de igual preferencia en el electorado puertorriqueño. 

¿Y qué es la “razón democrática”, según la han encarnado Franklin D. Roosevelt, Harry Truman, Lyndon Johnson y los hermanos Kennedy, junto a Jimmy Carter y Bill Clinton en Estados Unidos de 1932 al 2012?  Se trata de una actitud y ética humana y compasiva para con la totalidad del pueblo adolorido por la pobreza, la injusticia, el desempleo y la marginación, coexistente con la opulencia obscena de una plutocracia de ricos insaciables cuyo valor estriba en la sensualidad del poder y del dinero --- el mundo de Mitt Romney y de Luis Fortuño y compañía.

Cuando Bill Clinton expresó esa “razón democrática” en 1992 en el concepto --- el sentimiento más bien --- de “feeling your pain”, es decir compartir el dolor de los adoloridos, estableció unos lazos afectivos profundos con el pueblo norteamericano, con sus mayorías de clase media y pobre, que vieron su destino ligado a la suerte de su Presidente.  Eso es lo que precisamente enarbola hoy Barack Obama frente a la estridencia oligárquica de Mitt Romney, el candidato del poder económico sin trabas, sin límites, del capitalismo salvaje.  Romney vive y respira opulencia, y da por perdido al 47 % de los que de alguna manera necesitan que el gobierno les responda con ayudas imprescindibles o con condiciones y oportunidades para valerse por sí mismos.

Romney predica la jungla del sálvese quien pueda, una especie de “ estado de naturaleza” donde el gobierno de todos le sirva a sólo unos pocos.  Igualito que en Puerto Rico, donde Luis Fortuño afirma que no cree en el gobierno, sino en los individuos, como si sus corporaciones y contratistas fueran individuos como Juan Pérez y doña Suncha Martínez.

Ni en Romney ni en Fortuño existe emoción ni afecto alguno para la masa del pueblo, base indispensable de la “razón democrática”.

Ese proceso político y económico elitista de corporaciones y amigotes de la oligarquía se da en Puerto Rico de manera fotostática.  Luis Fortuño tiene una actitud y una valoración que resulta aséptica con relación al pueblo.  El pueblo está y existe para manipularlo, para mentirle, par que vote, pero no para que exija servicios, para juntarse y estrujarse con su dolor y sus penurias, porque se contamina, se ensucia, porque pierde distancia y categoría.

Lo que han representado Clinton y Obama en Estados Unidos, el dolor y la angustia del pueblo pobre, desempleado, viejo, enfermo, inmigrante, joven estudiante, latino o negro, o blanco dejado atrás, tiene equivalentes en nuestra vida política y vida pública.  Fortuño va a las escuelas, a las carreteras, a los hospitales, no para envolverse en la empatía del dolor y la necesidad, sino para sacarse retratitos cursis y arreglados para sus agencias de publicidad.

Frente a ello tiene al pueblo en su desesperante realidad, de verdad, y tiene al único líder que como alternativa real representa un contraste --- el contraste de líder-gente, líder- pueblo que no cree que el pueblo pobre lo infecte o lo contamine.  Frente al Fortuño aséptico --- que le huye a la posible infección del pueblo pobre o mediano --- está Alejandro García Padilla campechano, abierto, franco, estrujándose con la gente, sin temor a contagio.  Eso es la política de la “razón democrática” que fundó Luis Muñoz Marín en los años 30 del pasado siglo, y que reencarna hoy con Alejandro.

No en balde el filosofo español, Don José Ortega y Gasset sostuvo que no hay ciencia social, ni política, que no se constituya de y para la gente:  “El Hombre y la Gente” es el título de una de sus más grandes obras.  Fíjese que no dijo “el hombre y los ricos”, ni “el hombre y los retratitos” ni “el hombre y las agencias de publicidad”.  No.  Dijo “El Hombre y la Gente”.  Lo que no sea eso es puro señoritismo de casta económica y manipulación engañosa, la especialidad de la casa en el mundo de Luis Fortuño.

martes, 25 de septiembre de 2012

Fortuño y O’Neill: A Dios Rogando y con el Mazo Dando


El ciudadano común, Juan del Pueblo, con un séptimo grado de preparación, o el ciudadano medianamente preparado para interpretar la avalancha de datos que la corrupción total del régimen de Luis Fortuño lanza a su atención y a sus sentidos, se aturde y se satura ante la interminable ola de abusos del poder, y de cinismo para justificarlo.

Los funcionarios de más alta responsabilidad para dar cuenta de las realidades pésimas de la economía --- Miguel Romero y Javier Pérez Riera --- adoptan el método de Fortuño, la mentira redonda y repetida, y la anuncian al país que el empleo va viento en popa y el desempleo en caída dramática, producto de su obra de gobierno.  Se trata de estadísticas de campaña, totalmente contrarias a las que manejan los economistas que saben de lo que están hablando y no dependen de las elecciones para sobrevivir.

Esa es un dimensión de la saturación y el aturdimiento.  La otra es la callosidad con que los administradores de Fortuño siguen repartiendo el tesoro público a los delincuentes conocidos, en Energía Eléctrica, en Puertos, en Desarrollo Económico, en San Juan, en Guaynabo, en todas las agencias que saben que le queda un poco más de un mes para el juicio final, un juicio terrenal, distinto al otro, de los pastores de Fortuño y Luz Eufemia.

Un caso bochornoso de este proceso de repartírselo todo antes del 6 de noviembre es el del alcalde y el municipio de Guaynabo, el centro gravitacional de la corrupción descarada en Puerto Rico.

El alcalde Héctor O’Neill ha roto todos los récords de callosidad moral al frente del municipio más rico del País, con la posible excepción de San Juan, que sufre de corrupciones equivalentes.  No sólo se robó la primaria de representante de su distrito, sino que ha quedado impune, fresco como una lechuga. No sólo despide a quien denunció su fraude, sino que sigue nombrando personal político y extendiendo contratos ilegales, uno al padre del Presidente del Senado y otro a su hermana, cuando sobre el primero el Colegio de Ingenieros ha dicho que es ilegal porque no es ingeniero, y Justicia tímidamente lo ha descalificado, pero es más importante para O’Neill comprar a Rivera Schatz que atenerse a la ley. 

Porque la ley es él, O’Neill reta a todas las instituciones del derecho, e impera por sus pantalones, protegido por Fortuño y por el mequetrefe Secretario de Justicia, que carece de pudor personal y de honor profesional.

Por eso anuncia O’Neill en su lema de campaña, “Con la fuerza (¿fuerza de cara?) y la determinación” (¿del fraude masivo en todo lo que toca?).

¿Y el pueblo de Guaynabo?  Descontados los riquitos amorales que el pueblo llama “guaynabitos” --- que se compran y se venden al precio de cada uno --- los residentes de Guaynabo, contribuyentes del gobierno y del municipio, somos la vasta mayoría honestos y cumplidores de la ley.  ¿Seremos también tan brutos y cobardes que nos ensuciemos las manos votando por O’Neill el 6 de noviembre? 

Vamos a suponer que la última vez que se eligió, el pueblo guaynabeño no conocía bien al peje corrupto por el que estaba votando.  Pero ahora lo sabe.  Ahora no hay excusa. 

Ahora todo voto por O’Neill es un voto tan corrupto como él. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

Luz Eufemia le Exige el Voto a las Mujeres


Luis Fortuño, ante el fracaso de todo lo que toca, ha lanzado a las mujeres PNP al ruedo de la derrota.

Albita Rivera, debilitada en su distrito representativo, se une a la locaria de Melinda Romero en su ataque al Arzobispo Roberto Torres González, que uno supone tiene la culpa de que el electorado de San Juan haya despertado a la realidad de quién es en verdad Albita Rivera, una arpía partidista implacable contra todo y todos los que no sirvan a su voracidad de poder.

Ahora Albita tiene un refuerzo, la mujer del gobernador.  No digo Primera Dama porque no lo es, porque en vez de asumir su responsabilidad de servicio al País, desde la Fortaleza y con todos los recursos y oportunidades para hacerlo, prefirió el lucro personal privado como notaria “deluxe”, preferida oportunísticamente por la mafia bancaria que come de la mano del gobernador.

Doña Luz Eufemia incursiona en el debate partidista y le pide el voto a la mujer --- 52 por ciento del electorado --- para el PNP y su esposo, que le permite lucrarse --- amoralmente --- de su privilegiada posición para que los bancos, en un toma y dame burdo, le aumenten sus ingresos de $40,000 a $400,000 anuales por ser la “primera dama” que se ha negado a ser.

Si doña Luz Eufemia hubiese asumido su responsabilidad institucional --- que todas las Primeras Damas de verdad asumieron desde 1948 hasta 2008 --- hubiese dedicado su tiempo y los privilegios que el pueblo le brinda como esposa del gobernador al servicio del pueblo.  Le hubiésemos visto abrazar las causas de la mujer discriminada, maltratada, asesinada, sumida en la pobreza, gritando por justicia de manos de aquella que un día encumbraron con su voto hasta la Fortaleza.  Nunca pensaron que sólo se acordaría de ellas la Primera Dama fatula para volver a pedirle el voto, no para ellas, sino para “ella”, para seguir guisando desde la cumbre a la que las mujeres pobres la enviaron.

¿Pedirle el voto a esas mujeres pobres, maltratadas, despedidas de sus empleos, para que Fortuño y ella sigan haciéndose ricos sobre sus espaldas? ¡Que cuajo!

¡No y No! Le dirán las mujeres dignas del País.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Luis Fortuño: La Mentira como Frisa de Seguridad


¿Recuerda el lector la vieja caricatura de “Peanuts”?  Un niño perennemente derrotado --- de nombre Linus --- se abrazaba y chupaba una pequeña frisa, que le insuflaba seguridad para enfrentarse a los cotidianos fracasos de su patética existencia.

¡Me recuerda tanto a Luis Fortuño!  Su frisa --- bobo o mamadera---, es la mentira, la pequeña, la mediana y la grande, lo que importa es dar la apariencia de salir del paso.  A continuación ofrezco un ejemplo --- de las docenas que podría ofrecerle --- de cada una de las tres categorías de mentiras.

La pequeña, de su abundoso catálogo, tiene que ver con su supuesto éxito lidiando con el déficit presupuestario y financiero del País.  Alegó un déficit de tres mil millones, dice que lo ha reducido a la mitad, y se ha negado a certificarlo así a la Asamblea Legislativa del País.  Y a base de su record de mendacidad patológica, nadie se lo cree.  Encubre, claro está, los siete mil millones que el Plan Obama ha transferido al gobierno y a la economía de Puerto Rico.  A la hora que escribo los economistas de la Nueva Economía han certificado un aumento de la deuda pública total del País de cerca de 16 mil millones, convertido el Banco Gubernamental en alcancía de Fortuño y de los municipios PNP.  Esa es una apuesta a la quiebra del País, mientras cotidianamente le miente al País sobre sus “fantásticos logros”--- fantásticos porque son hijos de su fantasía.  Dejemos eso ahí, por ahora.

Vamos a la mentira de segunda categoría.  Sus alcahuetes publicitarios en el PNP --- Marcos Rodríguez Pujada, Ángel Cintrón, Kenneth McClintock, y la Fiscal Federal Rosa Emilia Rodríguez han acudido a la caverna histórica de los años 1941 – 2008, a ver en sus tinieblas el gran “plan” --- que no pueden mostrar, porque es secreto --- de Alejandro García Padilla y el PPD para “separar” a Puerto Rico de los Estados Unidos, a pesar de que todos estos líderes vocean a diario la “Unión Permanente” como esencia del ELA.  Pero la verdad les estorba; es mejor la mentira.  Les parece más útil para este mes y pico.

Esa faena de “la independencia a lo sucu- sumuco” les parece más productiva de la confusión que necesitan en el electorado.  Esa tradición de mentira la inauguró Luis A. Ferré en la campaña de 1972, cuando alegó un respaldo y ayuda económica de Fidel Castro a R.H.C.  Y la ha continuado todo el seudo-liderato del PNP cada cuatro años desde entonces.  Realmente se trata de una perra ya sin dientes para morder.  Pero a eso se reduce la creatividad de Fortuño, Marcos Rodríguez y Ángel Cintrón, frente a  la derrota segura que contemplan.

Ese mismo método de la difamación que dirige y autoriza Fortuño fue el que utilizó el Senador Joseph McCarthy en Estados Unidos contra Roosevelt, Truman y los Kennedy, cada cuatro años, de 1944 en adelante, sin que el pueblo americano le hiciera caso.  Terminó como van a terminar Marcos Rodríguez, Ángel Cintrón y Luis Fortuño, en el exilio y la desgracia política, en el cementerio de los embusteros.

La tercera dimensión de los embustes de Fortuño es la más grave, y la más sencilla.  Se trata de un abogado de corporaciones que le solicita al pueblo el poder para representarlos, y que al lograrlo, vira en redondo y abraza la teoría, y la lleva a la práctica, de que hay que destruir al gobierno, desbaratarlo, para que las corporaciones privadas, sus clientes y amigotes, dirijan al País con los dineros del pueblo que él les reparte.  El gobierno del pueblo, Estado Libre Asociado desde 1952 --- 56 años de crecimiento y creatividad institucional al servicio del pueblo --- como instrumento ahora del lucro privado, de la familia Fortuño y sus amigotes.

¡He ahí la sublimación de la mentira y la traición!

sábado, 22 de septiembre de 2012

El “Misterio” Santini-El Nuevo Día


¿Qué se dicen estos dos entes públicos contra toda lógica, la lógica del deterioro de San Juan, y la del supuesto periodismo objetivo y libre de El Nuevo Día?

Pues al que ha venido observando la conducta de ambos por los últimos doce años no puede evitar otra explicación que no sea lo que en la calle llaman “tú me rascas y yo te rasco”.  Eso sí que es una alianza público-privada funesta.  Miremos a la historia reciente para mejor observar ese patrón de desleal contubernio --- desleal al pueblo, pero muy leal al alcalde y a los intereses económicos de “El Nuevo Día”.  En las encuestas sobre la Capital, El Nuevo Día declaraba ganador a Santini por docenas de miles de votos y decía que dejó de hacerlas porque no valía la pena --- ¡Santini era una línea!  Y mató la campaña de Bhatia con titulares y encuestas fatulas --- caseras --- aunque al final ganó por sólo tres mil votos y pico.  Ese es un lado de la rascada.  El otro es el capital de dinero público que Santini vacía en las arcas de El Nuevo Día  --- millones continuos, a pesar de la ingente deuda de cientos de millones del municipio de San Juan.  De tal manera que Carmen Yulín Cruz tiene que ganarle al combinado Santini-Ferré, esta vez con los ojos abiertos, a sabiendas que esta tallando contra un combinado poderoso e inescrupuloso.

Si el veredicto electoral de San Juan dependiera de las realidades de San Juan, una ciudad rica con rostro miserable y paupérrimo, no debería haber duda de la victoria de Carmen Yulín.  Porque vaya usted a cualquier barrio de Río Piedras hasta el Viejo San Juan, y el rostro que presenta “la gran obra” de doce años de Santini es de suciedad y deterioro.  Contra eso no hay programa de parte del alcalde, pues lo que hay son anuncios a escala multimillonaria para sustituirle a la gente imágenes caras por las realidades amargas que viven los sanjuaneros desde la Universidad hasta el Caño.  ¡Ah, pero ahora anuncia el alcalde que cubrirá con flores lo que hoy es un vertedero, producto de los 12 años de Santini.  Y El Nuevo Día lo carga y coge gran parte de la tajada publicitaria de Santini.  ¿Podría El Nuevo Día, como servicio público del cual se dice tan celoso, decir cuántos millones le ha sacado a esa empresa público-privada que se llama Santini-El Nuevo Día?

El fenómeno es interesante, además, porque El Nuevo Día ha hecho un consistente repudio a la corrupción e incompetencia de Luis Fortuño, mucho más efectiva que la que ha hecho toda la oposición junta.  Pero al llegar a San Juan, a El Nuevo Día se le caen los calzones.

¡Tu me rascas y yo te rasco!  Para mí el poder y el narcisismo enfermizo y para tí los millones.  Un negocio redondo para ellos, y costosísimo para los residentes de San Juan, que claman por un cambio.

viernes, 21 de septiembre de 2012

La Campaña PNP: "La Vida Loca"


Ricky Martin lo haría mejor que Ángel Cintrón y Marcos Rodríguez Pujada.  Ya sabemos que el último prefiere pensar “a patadas”.  Pero al primero se le han hecho evidentes las tuercas alocadas que exhibe con fruición entusiasta.

La campaña que dirigen por todos los medios --- a fuerza de millones sustraídos de una forma u otra del tesoro público, ya sea por gastos corruptos de los Departamentos o agencias que Fortuño ordeña --- no tiene ni son ni ton.  Está tirando golpes a lo loco --- o a la loca --- a ver si algo pega.  Pero se trata de insultos, acusaciones sin base, desde una negatividad insultante.  Los millones le sobran, pero le falta verdad y hechos demostrables.

La loquera --- o la locura --- dependiendo de los autores de la obvia desarticulación que muestran, arranca de dos hechos objetivos que le constan al pueblo, desde el 2008.

En primer lugar, demostrado el hecho de que las promesas de Fortuño entonces resultaron falsas, embustes redondos, de los supuestos hechos de que partían y de su negación una vez llegó al poder, al concurrir ahora ante ese mismo pueblo no tiene nada que señalar como logro que se haya traducido en beneficio alguno para el pueblo expectante, que le creyó la primera vez.  Sus amigotes y familia personal sí pueden reclamar beneficios millonarios, no el pueblo que necesita un gobierno honesto y competente, de lo cual Fortuño es patente negación.

En segundo lugar, si las promesas del 2008 eran embustes, ¿se le van a creer embustes nuevos para el 6 de noviembre?  ¡Habría que estar loco!

El signo más elocuente de una campaña sin sentido, sin contenido, sin seriedad como alternativa a un pueblo enojado por los robos y los engaños, es la apelación a la mentira histórica, desde Miguel Ángel García Méndez y Luis A. Ferré --- de 1940 a 1972 --- de que el PPD es independentista, antiamericano.  ¡Bendito sea Dios!  Los líderes populares más americanos no pueden ser, sin que se hagan penepés.

Si esa charlatanería constituye la bomba atómica de su arsenal, el PPD y el pueblo deben dormir tranquilos hasta noviembre 6.  Porque la loquera de Ángel Cintrón y Marcos Rodríguez Pujada, su mofletuda exhibición de la vida loca, no divertiría ni a Ricky Martin, que seguramente votará popular si está aquí el día de las elecciones.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Se Despatarró la Rosa Emilia


Cuando las instituciones de la justicia se prostituyen, ya sea por dinero, por la sarna del poder sin límites, o por la piquiña ideológica incontrolada, el pueblo perece.  Porque entonces, ante los abusos, públicos o privados, no existen árbitros imparciales, con decencia profesional que garantice los derechos individuales o de grupos en la arena social o política. 

Hasta el 2008 la Fiscalía Federal de Puerto Rico funcionó con una respetable objetividad, y se ganó la admiración y el respeto de nuestra ciudadanía.  A la vista está que alrededor de 40 ladrones del equipo de Pedro Rosselló y Álvaro Cifuentes fueron a parar a las cortes federales y a sus prisiones.  Pero para el último semestre del 2008 la fiscal federal, Rosa Emilia Rodríguez, no pudo aguantar la sarna política, y se abrió a que Carlos Romero le rascara esa sarna con una acusación falsa, de vendetta personal contra el gobernador Aníbal Acevedo Vilá, uno de los hombres más probos y honestos que ha pasado por nuestra vida pública.  Rosa Emilia cedió al odio ideológico e hizo el ridículo profesional más vergonzoso en la historia de la Corte Federal en Puerto Rico.  Pero no escarmienta.  Ahora va a la revancha, y acaba de convertirse en portavoz política de Luis Fortuño y la estadidad --- que ella llama federalización --- como única tabla de salvación contra el crimen y el narcotráfico en Puerto Rico, como si la realidad no le diera en la cara, no sólo a ella sino a Fortuño y a Héctor Pesquera, y antes que ellos a Figueroa Sancha, que más federal no podía ser, ni más fracasado tampoco.

Contrario a la veda federal contra expresiones políticas de sus funcionarios, es claro que si en el caso fabricado por Rosa Emilia contra Acevedo Vilá se le salió el refajo, ahora sencillamente se ha despatarrado.  O como decían en el campo sobre los muchachos necios y díscolos que no sabían comportarse, la fiscal federal ha salido esnúa para la sala.  Y el espectáculo no es edificante.  La pasión política ha destruido su obligación profesional.  ¡Pero no se pierde mucho!

martes, 18 de septiembre de 2012

Héctor O’Neill: ¿Con la Fuerza y la Determinación?


¿Qué fuerza, señor alcalde?  ¿La fuerza de cara de un delincuente electoral y  la determinación de pasarle el rolo caciquista a todo el que lo cuestiona?

Es predecible que se aproveche de la ignorancia y la candidez de Félix Baerga y de Iván Calderón para sus anuncios engañosos de reelección, pero a los ciudadanos avisados de Guaynabo, contribuyentes todos, no se les puede engañar con aspavientos de poder aunque sea un poder corrupto, podrido.

Si Puerto Rico tuviera un Secretario de Justicia serio y competente, Héctor O’Neill estaría camino a la prisión por  delitos de fraude electoral, obstrucción a la justicia, violador de los derechos de sus empleados, enemigo y perseguidor de las comunidades pobres para servir a sus socios ricos, entre otros desmanes contra la ley y la justicia.  Pero no hay Secretario de Justicia, lo que tenemos es un buscón de prestigio que no puede obtener por sus méritos (¿?), y actúa como mandulete de partido, deshonrando una posición que en el pasado fue ejercida por profesionales íntegros, no todos, pero muchos.

Lo único que tenía que hacer ese proto-Secretario era extender inmunidad a los policías que se negaron a declarar sobre el fraude primarista cometido y ordenado por O’Neill, es decir, extender inmunidad a los policías corruptos, y cantarían como ruiseñores o irían presos.  Pero a nadie le interesó la verdad:  ni a Fortuño, ni al Secretario, y mucho menos al alcalde culpable directo del fraude.  Eso es lo que él llama, para ganar, “fuerza y determinación”.  Fuerza de cara y determinación delictiva impune.  Porque él es el dueño de Guaynabo, y el dinero de sus contribuyentes se usa liberalmente para comprar conciencias.  Mientras tanto, “mi pueblo duerme”, y Héctor O’Neill rebosa de dinero y propiedades aquí y en el exterior, a decir de Fuente-Ovejuna.  Ahora falta que la fuerza de cara y la determinación de O’Neill superen la fuerza moral y conciencia limpia de los ciudadanos de Guaynabo. 

¡Apostemos siempre al pueblo, que tiene intereses sanos, contra la fuerza de cara y la determinación de los caciques que le oprimen!  ¡Recuerden, vergüenza contra dinero!

lunes, 17 de septiembre de 2012

La Situación Más Dramática: Elección del 1940 y 2012


Sea en el drama, la novela o la historia, de la que la política es parte saliente, una situación dramática es una que cambia el destino de su protagonista, sea un Edipo Tebano, un Hamlet escandinavo, o un Luis Muñoz Marín y el pueblo de Puerto Rico como personaje principal de su propia gesta.

Los elementos constitutivos del drama de 1940 están ampliamente documentados en la historia y en la memoria de aquellos de nosotros que vivimos como adolescentes curiosos de aquella gesta:  un grupo pequeño de colmillús --- como los llamó Muñoz --- poseían y gobernaban al País.  Colonos de la caña, hacendados del café, monopolistas del comercio de importación, latifundistas explotadores del trabajo del agregado sin alternativas, y taparrabos del capital ausentista --- y luego, claro está, sus representantes en la Legislatura.  Un círculo opresivo total.  ¿Su enseña y filiación ideológica?  ¡Republicanos!  Que a su vez se tragaron a los “socialistas de agua dulce” de Santiago Iglesias, Bolívar Pagán y Lino Padrón Rivera --- en la espuria “Coalición de 1932 a 1940”.

¿Paralelismo hoy?  Los republicanos de Luis Fortuño, los banqueros de Richard Carrión y compañía, las aseguradoras (traganíqueles) de salud y de todo (Triple S es su expresión más corrupta).

La repartición, como galletitas de ciento en boca, de los recursos y haberes del pueblo, a sus amigotes personales y panitas del dinero corporativo, que invierten su dinero en acciones de la Bolsa de Valores, pero no en la creación de nuevas empresas.  Que Fortuño le dé el dinero para ellos asumir riesgos.  Si ganan, ganan ellos, si pierden, pierde el Pueblo de Puerto Rico.

Se trata de una conducta políticamente inmoral, pero es buena para Fortuño, su familia y sus amigotes.

Existe una diferencia entre 1938-40 y 2012.  Entonces, en los tiempos de los clásicos colmillús republicanos, el dinero de la inversión capital era de ellos.  Es verdad que se lo habían exprimido a los trabajadores y a los agregados, pero ya era suyo.  Hoy el dinero de los usurpadores de Fortuño no es de ellos.  Es del pueblo.  Su capital es la amistad éticamente corrupta con Luis Fortuño.  De ellos mismos no arriesgan ni un centavo.

El año 1940 marcó un dramático cambio de destino para las masas pobres y explotados de Puerto Rico.  El 2012 debe marcar un cambio igual --- un voto para curar el asco pestilente de la corrupción que dirige este farsante, que se cree flautista de Hamelín embobando ratones.

¡Que se sepa que el pueblo de Puerto Rico es mucho más que eso, y que, como en 1940, se dará a respetar!

sábado, 15 de septiembre de 2012

Evaluando a Obama, Aníbal y Fortuño: La Gran Cuestión Previa


El gobierno constitucional de “separación de poderes”, implica que ninguno de los tres poderes del Estado --- Ejecutivo, Legislativo  y Judicial --- pueda gobernar unilateralmente.  Cada uno necesita del concurso de los otros dos para producir decisiones dirigidas al Bien Común.

George W. Bush en los Estados Unidos, del 2000 al 2008, tuvo en sus manos los tres poderes del Estado.  Y sin embargo sólo produjo guerras externas y una debacle económica interna, que heredó Barack Obama.

Por eso, cuando se le pide a Obama la solución mágica de la depresión económica, de las guerras que heredó, con un Congreso hostil, especialmente en la Cámara de Representantes, y un Senado sujeto al vicio del filibusterismo republicano, donde una mayoría demócrata resulta minoría porque se impone la regla de las dos terceras partes --- residuos del obstruccionismo esclavista ---, el Presidente está atado de pies y manos, mientras se le ataca de no haber resuelto todos los problemas ni cumplido todas sus promesas.  El Presidente sólo no puede.

Exactamente eso ocurrió en Puerto Rico del 2004 al 2008: un PNP entregado al odio político, con Primitivo Aponte en la Cámara y Kenneth McClintock en el Senado --- los auténticos que de auténticos no tenían nada aunque mucho de oportunistas --- impidió a Aníbal Acevedo Vilá gobernar responsablemente, fiel a sus posturas de buena administración y justicia social.

El caso actual de fracaso, de simulación y de engaño de Luis Fortuño no puede reclamar que la oposición no se lo permite.  Tiene todo el poder:  Ejecutivo, Legislativo y Judicial y se ha atragantado todas las instituciones libres o autónomas del gobierno y la sociedad.  No tiene excusas que no sean su mezquindad y su perversidad para entregarle todos los haberes del pueblo, y sus instituciones, a una camarilla amiga, de buscones, avaros, carentes como él de escrúpulos morales y éticos mientras predica “valores” a las víctimas de su régimen fascista y siniestro.

La cuestiona previa que el pueblo tiene que aclarar el 6 de noviembre, allá, es que el Congreso Republicano ha obstruido por odio ideológico el programa de Obama.  Pero que acá Fortuño no puede reclamar esa condición.  Su fracaso acá es su incompetencia, su superficialidad, su entrega sensual al dinero como óptimo valor de su vida, mientras predica a los niños la ética y los valores, que se entretengan en eso  en lo que él y sus amigos saquean al País.

viernes, 14 de septiembre de 2012

¿Es rehabilitable el “Edsel” del PNP?


Por allá por los años 60 del pasado siglo la compañía Ford anunció a los cuatro vientos un nuevo y rutilante automóvil --- el Edsel --- que acabaría para siempre con la competencia.

¿No les recuerda al Luis Fortuño del 2008?  Pues el auto se produjo, se vendió bien, y al poco tiempo sus compradores --- como los ingenuos electores de Puerto Rico --- tuvieron que concluir que se trataba de un “limón”, en el argot de los vendedores y compradores de autos.  El “Edsel” de la Ford resultó todo capota brillante de lata y cromio, pero el motor se calentaba y rompía el bloque, la transmisión se trancaba, los frenos no frenaban, sólo le quedaba el brillo artificial de la apariencia.  ¡Igualito que Fortuño a la altura del 2012!

La prueba ácida se dio el martes pasado “delante de la gente”, como decimos en el campo.  Enfrentado a preguntas serias y reales, el hombre se desmoronó, pues los anuncios mendaces del 2008 no le sirvieron para explicar las realidades del 2012, producto de su incompetencia y superficialidad.  El País lo observó a cuerpo entero y a colores.  Un gobernador achongado, repitiendo frasecitas amaneradas, sin nada en la bola.  La prueba de ello se ofreció a raíz del debate y al amanecer del miércoles.  Los edecanes directores de su campaña acudieron a la lloronería, inconsolables:  ¡Hay, le dieron, los otros cinco, demasiado duro!  ¡Enójese, señor gobernador, lloriquee de que le ofendieron!  Y ahora piden una revancha, pero con Alejandro solo.  ¿Y los otros cuatro, no los creó él --- bajándole cínicamente el por ciento de firmas para quedar inscritos, para dividir el voto de la oposición?

Fíjese el lector en la excusa que ofrecen sus mucamos políticos, tales como Mefisto Rodríguez Pujada y Ángel Cintrón, los arquitectos del desastre.  ¡Alejandro insultó a Fortuño!  No lo insultó, lo describió.  Y luego dice Fortuño que el llamó cobarde en el 2008 a Aníbal Acevedo Vilá porque “se metió con su mujer”.  ¿Cómo? Denunciar el racket familiar con las escrituras en los bancos que precisamente produjeron la Ley 7 y los despidos --- Richard Carrión y el Banco Popular---, como una cuestión de principio, de enriquecimiento ilícito de la Primera Familia, ¿es un insulto?  No, es una descripción de conducta impropia, de conflicto de intereses.  ¿Por esa denuncia correcta y real, había que llamarle cobarde?  Pero ahora, sobre una actuación inhumana contra un discapacitado, frente a él, gritar “foul” es muy conveniente y ciertamente muy cobarde moralmente, como le dijo Alejandro.

¿Es rehabilitable Luis Fortuño?  No, tendría que “nacer de nuevo del agua y del espíritu” como decía San Pablo.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Transparencia y Cuartos Oscuros


¿Cuartos oscuros?  ¿De la boca de Fortuño para atacar la Asamblea Constitucional de Status que todos los partidos menos el suyo apoyan?  Miren quien habla, porque como dice el sabio refranero del pueblo, de la abundancia del corazón habla la boca.  Hablar Luis Fortuño para atacar ese mecanismo democrático, altamente representativo, para acabar con los chanchullos partidistas sobre el status, y llamarle “cuarto oscuro”, transmite la ignorancia y la mendacidad de Fortuño sobre un asunto en que le va la vida democrática al País.  ¿Por qué digo ignorancia?  No sabe Luis Fortuño --- o sabe y escamotea, niega la historia norteamericana --- que la decisión de abrazar un gobierno constitucional democrático en Estados Unidos se cuajó en una Convención Constituyente, en Filadelfia, en 1787?  ¿Y que luego muchos territorios al hacerse estados adoptaron ese mecanismo?  “A little knowledge” dijo
Alexander Pope, el gran ensayista inglés, “is a dangerous thing”.  Al abogadito de corporaciones, experto en tecnicismos de papeles, le queda grande la gobernación y la historia constitucional.

Llamarle "cuarto oscuro" a un proceso constitucional representativo de todos los sectores sociales, como ocurrió en Puerto Rico de 1950 a 1952, y que produjo una Constitución que Fortuño dice que quiere conservar, es sencillamente ajorar la ignorancia o la mala leche como dicen los españoles.

Un gobernador que ha gobernado en la oscuridad, con sus amigotes, que no explica nada de nada, porque no puede justificar la corrupción masiva que dirige, llama “cuarto oscuro” a la Asamblea Constitucional de Status, que le daría a todo el pueblo, de todos los sectores, el derecho político a participar en forma transparente, como en una urna de cristal, en la decisión matriz sobre el destino de la Patria.  ¡Y que venga un miserable chanchullero a llamarle a esa democracia libre y de frente “cuarto oscuro”, proyecta lo que lleva por dentro, mezquindad y mentira.

Bueno, al fin y al cabo cada uno se proyecta como lo que es.  Decía George Moore, el filosofo empiricista inglés del pasado siglo:  “Cada cosa es lo que es, y no otra cosa”.  Fortuño es lo que es, un farsante de “cuartos oscuros” precisamente, y no otra cosa.  Que conteste cómo y a qué precio cocinó el contrato ilegal e inmoral y escandaloso de Héctor Pesquera.  ¡Apesta a los cielos!  ¡Apesta a Luis Fortuño!  ¿Había ventilación en ese “cuarto” donde se cocinó ese contrato, esa burla al País?

¿Cuarto oscuros?  La Fortaleza de Fortuño es lo que llamaba Tomas Hobbes el Reino de las Tinieblas. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Debate


El debate de anoche martes llevó al País, por boca propia, la realidad económica, social, educativa y de inseguridad que vive nuestro pueblo bajo la bota repúblico-fascista de Luis Fortuño.

Un índice útil para la evaluación de ese debate reside en el lagrimeo de los edecanes fortuñistas, responsables de preparar a su pupilo para el encuentro.  Marcos Rodríguez Pujada y Ángel Cintrón acudieron a los medios inconsolables, porque las verdades de Alejandro García Padilla, de frente y con los hechos, y con la cara de las víctimas de Fortuño frente a sí…  ¡le dieron muy duro, lo desenmascararon!  ¿Y porqué?  Porque esta estirando como chiclets los embustes del 2008 y reclama logros inexistentes, como Alicia en el País de las Maravillas.  El hombre es un embustero patológico, que no tuvo el valor --- ¿valores?, dijo alguien --- de mirar de frente al joven discapacitado que botó injusta y cruelmente en el 2009.

La historia de cuatro años es un cuadrilátero muy angosto para huir de la verdad.  Como le dijo Joe Louis a Billy Conn:  “Puedes huir, pero no te puedes esconder”, o como advertía el profeta:  “Tu pecado te alcanzará”.  Anoche ambas sentencias se hicieron realidad, de ahí el llanto de sus acólitos.

Anoche se hizo palpable el error y la trampa en que cayeron los buenos ciudadanos que han fundado sendos partidos, entes jurídicos sin pueblo.  Porque no han aprendido de las experiencias del PIP y su culto a la irrelevancia, a la evanescencia electoral.  Porque líderes serios intelectual y moralmente hablando no han aprendido que sin eco de pueblo no se adelantan buenas causas.  Hace falta gente, mucha gente, que esté insertada en el realismo práctico de otras trincheras con posibilidades de librar al País de la mentira y la perversidad de Luis Fortuño.

De hecho, en el debate de anoche los candidatos de los partidos nuevos lucieron bien.  Sobre el otro, el PIP, se confirmo la alianza PNP-PIP, que es una alianza pro estadidad y contra la independencia y que retrata de cuerpo entero el resentimiento histórico al PPD, que desde 1946 le quitó la alfombra debajo de los pies a los líderes de sí mismos y de nadie más.

La actuación de los partidos nuevos, seria y con contenido, demuestra su error, porque como fuerzas cívicas de educación política pudieron haber rendido una importante función.  Como partidos lo único que pueden lograr es la reelección de Luis Fortuño, una grave responsabilidad para la historia.  Tienen hasta el 6 de noviembre para corregir, en el colegio de votación, ese error histórico, tan costoso para el País.