domingo, 22 de julio de 2012

Hay que Conservar el Derecho a la Fianza

¿Qué motivo racional, qué estadística demostrable puede apuntar Luis Fortuño y su jauría de analfabetos para destrozar la Carta de Derechos de nuestra Constitución mediante un despojo al ciudadano de su presunción de inocencia? --- es el Estado el que tiene que probar que no lo es, más allá de toda duda razonable, para encarcelarlo.

Está meridianamente claro que la razón de este ataque a la Constitución y su Carta de Derechos es política, demagógica, basada en la necesidad que tiene Fortuño de que la gente vote por él por miedo.  Porque ante el fracaso de la bravuconería de los Marcos Rodríguez Pujada y Carlos Pesquera --- echando al olvido merecido a Figueroa Sancha y Millo Díaz Colón --- para aliviar tan siquiera la criminalidad y la inseguridad que produce, hay que quitarle derechos al pueblo para que se porte bien.  Y si consigue definir al PPD como que se opone a su solución mágica --- “la mano estúpida” de Fortuño sustituyendo “la mano dura” de Rosselló, Dios los cría --- entonces la gente votará por “papá Fortuño”, que la protege de los criminales, que para Fortuño son los sin fianza.  Aparentemente, en su lógica, los que logren fianza no tienen nada que ver con la ola criminal.

El otro motivo, además de la excusa por su rotundo fracaso, es que los abogados, los legisladores populares, todo el que defienda los derechos de la Constitución que aprobaron no sólo Luis Muñoz Marín y Don Antonio Fernós Isern, como líderes del proceso constitucional de 1952, sino de los republicanos estadistas de entonces, Luis A. Ferré y Miguel Ángel García Méndez y Leopoldo Figueroa.  Lo que ocurre es que aquellos republicanos eran “literate”: no eran analfabetas, como la mayoría del liderato PNP demuestra todos los días.

Una anécdota personal para concluir esta llamada de alerta contra el fascismo galopante de Fortuño y comparsa.

En 1962, regresando de la London School of Economics donde realicé estudios postdoctorales sobre la descolonización de África, Asia y el Caribe, fui invitado a la Universidad de la Islas Vírgenes a un coloquio celebrado en Jamaica de profesores norteamericanos, ingleses y puertorriqueños para analizar la cultura y sociedad del Caribe como trasfondo de ese proceso descolonizador.  Conocí allí a una señora norteamericana --- su nombre era Vera --- que presidía una fundación, The Vera Foundation, con su dinero --- dedicada a la investigación de la relación de la fianza y la criminalidad.  Con ella trabajó entonces una de mis estudiantes más talentosas, con beca entonces en la Universidad de Columbia.  Pues bien, esa fundación estudió el asunto de la fianza, y concluyó que la fianza es la mejor garantía de la inocencia, ya que permite al acusado gestionar testigos, recursos y testimonios de la comunidad para su defensa.

Se me dirá que la negación de la fianza no es automática en los casos que cualifique.  Que un abogado, un fiscal y un juez utilizarán razones y discreciones para aplicarla.  ¡”Si, Pepe”! --- o ¡“Carabina de Ambrosio”!, como decían en el campo que yo me crié.

Con el ánimo fascista totalitario de esa partida de autoritarios ignorantes que conforman la “justicia” de Luis Fortuño, no se puede correr riesgo alguno.  Su actitud es de brigada de fusilamiento, en aras del machismo que esconde sus objetivas debilidades.

¡Pueblo que vota contra sus derechos y libertades, no puede luego reclamar justicia!

En la enmienda de la fianza, un NO rotundo

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